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miércoles, 25 de marzo de 2015

FINAL AGRIDULCE

La comedia como la ensalada es uno de esos géneros que resultan más sabrosos con su buena dosis de sal y vinagre, y este aliño muchas veces se presenta en forma de tema controveetido. Ahi tenemos comedias que han tratado asuntos como la aceptación de la homosexulaidad (El banquete de boda, In and Out), las dictaduras (Ser o no ser, La vida es bella...) el racismo (Dios mío...¿pero que te hemos hecho?), el paro (Full monty) o incluso la vida cotidiana de los discapacitados (Intocable)...sin embargo algo tan de actualidad como es el debate en torno a la eutanasia todavía parecía más próximo al género dramático (ahí está Mar adentro) que al cómico. La solución ha llegado en forma de una cinta tragicómica que nos llega de Israel y que ya ha recibido varios premios como el premio del público del Festival de Venecia, hoy hablamos de La fiesta de despedida.
Un grupo de amigos que habita en una residencia de ancianos se enfrenta a la dolorosa enfermedad terminal de uno de ellos. Ante la imposiblidad de seguir soportando el dolor de sus amigo y el miedo de acabar en la cárcel por asesinato se les ocurre la creación de una máquina para ayudarle en tal difíl trago, pero esto pronto se convertirá en un secreto a voces en el centro haciendo que muchos soliciten su ayuda. Los problemas no acabarán aquí cuando descubran como el alzheimer empieza a cebarse en una de ellos.
Es complicado tratar un tema tan espinoso como la eutanasia y más cuando le sumas uno tan terrible como el alzheimer, y en esta cinta se ha optado por abordarlos de una forma tan arriesgada como es la comedia pero sin escatimar escenas trágicas, con las que logra alcanzar un buen equilibrio (los descorazonadores estragos del alzheimer, como cuando una de los protagonistas no reconoce a su propio marido), o incluso elementos surrealistas (la canción que cantana hasta los difuntos o la escena del principio, en la que una ancianita tecibe una llamada del mismo Dios para animarla...que en realidad es un vecino con buenas intenciones). La fiesta de despedida es una película muy humana que nos sabe mostrar el tema desde distintos ángulos a través de las reacciones de los personajes (el que lo rechaza, el que lo abraza como última oportunidad, el que se aprovecha de ello...), terriblemente humanos (los vídeos de despedida) y con los que no cuesta establecer un lazo empático. Si bien todos estos parecen factores muy serios, y aunque  esto pueda parecer una incongruencia frente a lo anterior, nos encontramos ante una película muy divertida, llena de diálogos con chispa que no escatiman en humor negro (la referencia al trabajo de veterinario de uno de los protagonistas) y algún gag visual bien introducido (los continuos choques con ceniceros cuando más discretos intentan ser, la puerta del atmario que se abre....con sorpresa), de esos que hacen reir al público a mandíbula batiente incluso cuando toda la película respira un aura trágica, un extraño tinte de tristeza que la impregna pero que supera gracias a unos personajes que sólamente se tienen a sí mismos y la amistad y el cariño que se profesan en el otoño de sus vidas.
Nos encontramos así ante una película de discurso inteligente, con buen ritmo, que sabe valerse de los elementos más nimios para crear una atmósfera poética (el sonido de la máquina conectada al dedo de uno de los amigos mientras se practica una de las eutanasias que parece crear la falsa ilusión de que el finado sigue vivo) pero que sabe durante todo elmetraje aliviar un momento excesivamente dramático  con una buena dosis de humor (cuando uno de los personajes se hunde cuando, debido a su enfermedad, comprueba que ha bajado medio desnuda al comedor sus amigos la sorprenden con una suerte de fiesta nudista, o cuando una de las ancianas tras grabar su discurso de despedida para su fmilia pide que la vuelvan a grabar...desde su lado bueno). El film sabe además acercarnos con naturalidad al mundo cotidiando de estos ancianos enfrentados a los estragos de la edad, algo que ya pudimos ver también con un toque tragicómico y sin concesiones en películas como Arrugas o ¿Y tú quién eres?, que también abordaban el tema del alzheimer (mucho más duro cuando además sumamos la debacle sobre la eutanasia, aquí una esperanzadora puerta de salida para unos personajes desesperados) con gran sensibilidad. En definitiva una película de esas que hacen reir y llorar, algo que no es tan fácil como parece, pero que también hacen pensar y se recuerdan con agrado mucho tiempo.
Para amantes de las buenas películas con tema espinoso, no importa el género.
La película se estranará el 17 de abril. A la sesión siguió un ameno coloquio con sus autores, Tal Granit y Sharon Maymon, que explicaron como se habían inspirado en sus propias vivencias (el fallecimineoto de un familiar de su pareja) y la controversia que había suscitado en público ( con buena taquilla además) y reparto (uno no se unió al elenco hasta después de haber hablado con su rabino), dándole la puntita a un prestreno que ha dejado muy buen sabor de boca.

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